La dualidad de la madre trabajadora

Yo pienso que es algo de valor en representar los puntos altos y bajos de ser una madre. Ser madre no es siempre las fotos planeadas que vemos en las redes sociales. Es desordenada, es difícil, es felicidad que aun nunca habías experimentado, y cambia la vida. 

Bienvenidxs a mi esquina en el internet, Paginas Para Cuidadores, en donde yo comparto mi experiencia como madre sin editar. Es como leer una página de mi diario. Espero conectarme contigo, como madre, y enseñarte que no estas sola.

Recientemente, mi horario del trabajo se redujo. Esto, inicialmente, era muy estresante. Sin embargo, encontré la belleza en que iba tener la oportunidad de pasar tiempo con mis dos hijxs una vez a la semana. Creciendo, mi hermana y yo siempre tuvimos tiempo “especial” en el cual podíamos pasar tiempo sin alguna otra persona con uno de mis padres una vez al mes. Tengo esta memoria especial, y poder hacerlo con mis hijxs me hizo sentir completa. 

Hasta esta semana. El lunes empezó muy bien. Mi hijo (de 2.5 años) y yo pasamos toda la mañana juntxs desayunando, platicando, y jugando. Después participamos en una clase ‘Circle of Friends’ por medio de Zoom. Esta era la primera vez que participaba en esta clase y se estaba poniendo inquieto. Estaba brincando en mi, subiéndose en mi, y gateando por todo el suelo. Solamente le interesaba cuando enseñaban al muñeco de Elmo. Sobreviví los 30 minutos de abuso con la esperanza de que había aprendido algo. 

Después nos fuimos a manejar para buscar camionetas grandes, una de sus actividades favoritas. A mi también me encanta esta actividad porque me ayuda recordar la gran diferencia que ha logrado con el desarrollo de su habla cuando empieza a decir los colores y el tamaño de las camionetas. Cuando regresamos a casa, le prendí la tele para que él viera su programa favorito mientras que yo le preparaba su almuerzo. Tiene un nuevo hábito en el cual le gusta cambiar el canal cada 30 segundos, entonces yo me propongo establecer límites firmes. Esta vez le dije que si continuaba a cambiar el canal yo iba a apagar el televisor. Y lo hice. 

La tormenta que llegó después de apagar el televisor era una que nunca había visto. Brazos volando, las lágrimas cayendo (las de él, pero yo casi también). Decidí que era tiempo para una siesta. Esto normalmente sería un alivio para la mayoría de cuidadores, pero, por supuesto, tampoco fue fácil. Después de una hora y media de leer los mismo 5 libros una y otra vez y dos intentos sin éxito de escabullirme, me di por vencida. Creo que mis palabras exactas fueron -¡Tu Ganas!

Luego nos fuimos a mi recamara en donde intente que mi hijo me ayudara a guardar la ropa. Al principio, esa fue una gran 

actividad y fue increíblemente útil. Luego, en un abrir y cerrar de ojos, comenzó a tirar toda la ropa por toda la recamara en 

lo que ahora era un juego para él. Una parte de mí dijo –hay no... ahora tengo que limpiar esto- y la otra parte de mi dijo 

-¡esto es muy divertido!-.

Como madre, a veces me encuentro atascada en el papel serio de tener que mantener y establecer límites. Necesito que 

mis hijxs me recuerden que está bien tirar la ropa por la habitación y pasar un buen rato. ¿Sera 

mi vida más difícil cuando él se va a la cama porque ahora tengo que limpiar la ropa? Absolutamente. 

¿Pero, será mi vida mucho más completa después de esta experiencia? ¡Definitivamente!

Cuando mi esposo regresó del trabajo, yo estaba muy CANSADA. Me imagino que él encontró mi estado de cansancio 

gracioso ya que no tuve que “trabajar" y en vez pude pasar el día con un hijx en vez de dos. 

Sin embargo, recuerdo que al día siguiente volveré a ser una adulta ... el alivio que tanto necesito después del fin de semana.

Como mamás, vivimos vidas llenas de dualidad. Tenemos días que consisten en caos, aventura y grandes emociones.

 Luego tenemos días en donde tenemos tranquilidad y tenemos tiempo que permite el silencio, 

nuestros propios pasatiempos y el descanso. Cada uno de estos días va y viene. Lxs animo a que 

aprovechen estos dos días tal y como son y que encuentren momentos valiosos a los que aferrarse.